El Festival de la Tradición marcó el camino de las fiestas santiagueñas El Festival de la Tradición marcó el camino de las fiestas santiagueñas
La Municipalidad de Añatuya, en colaboración de la comisión directiva del aeroclub local y el personal de la Escuela Nacional de Educación Técnica N° 1 constituyeron una comisión central presidida por el intendente Carlos R. Schiaffi y una serie de comisiones asesoras, fijándose los días 8, 9 y 10 de noviembre de 1968 para el desarrollo del primer festival.
Como primera medida se construyó la villa folclórica, ubicada en el Aeroclub Añatuya, donde se levantaron galpones, tinglados, stands, ranchos, se improvisó una pulpería y en torno a ella debían llevarse a cabo riñas de gallos, tabeadas y juegos de destreza.
En su entrada se construyó una tranquera a modo de fortín con palo a pique, un mangrullo y un mástil.
Este primer festival se complementó con la exposición de piezas de los museos arqueológicos de Bellas Artes e Histórico de la Provincia. Se cursaron las respectivas invitaciones a las municipalidades y comisiones vecinales de la provincia, entidades sociales, gremiales, deportivas, etc., lográndose la más amplia adhesión, se dispuso la organización de concursos para afiches y murales.
La noche inaugural del festival puso en el ámbito de Añatuya un excepcional colorido, bullicio incesante, reuniones familiares y callejeras, matizado armónicamente en un clima de alegría, entusiasmo, expectativa y asombro. Todo era cordialidad y unión de hermanos, los fogones criollos que congregaban al público gozando con el sabor de la festividad típica en su más alta expresión, desfile de carrozas, representantes de distintas delegaciones extendiéndose luego en las instalaciones de la villa frente a un lujoso y bien diseñado escenario ornamentado con originales motivos alegóricos en donde el canto, la danza, la poesía y desfile de donosas representantes de las distintas delegaciones departamentales que competían en el certamen folclórico fueron admirados por los miles de espectadores que asistieron a esta convocatoria.
Esta celebración popular que hizo de Añatuya la Capital de la Tradición, continuó con el correr de los años. Cabe destacar que el lugar de realización se fue modificando dado los persistentes cambios climáticos, lo que llevó a seleccionar al anfiteatro padre Suarez, como el lugar apropiado. l







