Palizas, aborto, entierro y silencio Palizas, aborto, entierro y silencio
“Mi padrastro la pegaba trompadas y patadas”, relató una de las menores. “Acostamos a la mami en el piso. El bebito ya venía saliendo. Salí a buscar toallas. Al volver vi que era un varoncito. No tenía cabeza ya”, dijo la joven a las autoridades policiales.
“Al otro día, él fue al hospital de Pinto para que vieran a la mami. Mi padrastro dijo que fue un aborto espontáneo. Al volver a casa, cerca de un bañito él cavó un pozo y enterró al bebé”, profundizó.
Al referirse a ese episodio, la madre de las chicas señaló: “él me pegaba trompadas, patadas y arrastraba por el piso. Tuve pérdidas. Así, murió mi hijo”.
Ahondó: “Yo no sé si el no quería que tenga hijos, pero le preguntaba por qué me pegaba tanto y parecía no importarle. Durante 8 años estuve a su lado. Siempre me pegaba. Y todos mis hijos son testigos porque me agarraba a patadas delante de ellos. Eran chiquitos. Lloraban, al verme con los ojos hinchados y al escucharlo gritar que nos mataría a todos”, subrayó.
Aún resignada al silencio, con los años la mujer fue impulsada por sus hijos, con quienes se presentó ante la policía y formalizó la denuncia por los ultrajes sexuales a las niñas. l







