Las siestas santiagueñas inspiraron el filmE "Vigilia"

"Vigilia", filme que ingresa hoy en competencia en el Festival Nacional de Cine Premios Termas de Río Hondo es, para su directora Julieta Ledesma, "una película inusual y por otro lado tiene un recorrido emocional muy fuerte", tal como lo enfatizó a EL LIBERAL.

-En lo conceptual, Santiago del Estero es la referencia ineludible en tu filme

-Las inspiraciones tienen que ver con situaciones vividas en la infancia, con mis sueños, con imágenes internas, situaciones familiares, con ese estado de vigilia, con mis vacaciones en Santiago del Estero, con esa sensación de estar conectada con la tierra, la familia, el calor, la sequedad, lo animal, lo sagrado. Mi viejo nos llevaba de vacaciones a Santiago, pasábamos largas estadías en el campo. Al escribir esta historia, volvían una y otra vez, aquellos recuerdos, aquellas historias mágicas y salvajes con personajes que se escondían en el monte, medios hombres, medios animales, universos fantasmagóricos que invadían en los relatos a la hora de la siesta.

-¿Cuál es la metáfora que planteas en ese reencuentro violento de Ernesto con su hijo Santiago?

-La base de eso es el rechazo a un hijo que regresa diferente y los padres que no pueden aceptarlo en esa condición. Quizás tiene distintas lecturas pero, quizás, la que te digo es la más cercana desde mi visión. Ernesto es un padre autoritario y la imposibilidad de poder afrontar la situación y ver a su hijo genera rechazos y violencia. La relación padre e hijo es una relación peligrosa.

-¿Qué factor desencadena este rechazo y la decisión de Ernesto de sacrificar a Arón, el perro de la familia que protege a Santiago de la amenaza de su padre?

-Para mí es un duelo final entre este padre e hijo. Pero, ese perro sacrificado, de pronto, emerge de su tumba y sus apariciones amenazan la cordura de Ernesto y sacuden los cimientos de la familia, que queda a merced de sus impulsos salvajes. Es a partir de la imagen del perro que se origina todo el relato de la película. La relación entre Santiago y el perro era completamente simbiótica. Esta familia termina en un punto máximo de salvajismo y de locura y, a partir de ese sacrificio es como que todo se renueva. Esos puntos de salvajismos tienen dos pilares: uno, es por la ausencia de ese hijo, durante muchísimos años, empieza a socavar los cimientos de la familia. El otro, tiene que ver por una cuestión natural de este lugar que hay como una sequía que viene arrastrándose hace años en donde, en el contexto de esta película, se hace insostenible. Esta situación, es metafórico todo esto, empieza a afectar a los animales y después a las personas. Probablemente, Ernesto esperaba algo especial de Santiago. La madre dice que esperaba un soldado. Y ese padre, quizás, no esperaba que regrese su hijo.