LOCALES. Jésica y Diego son de Buenos Aires y compartieron un grato momento cuando ayer hicieron la previa del Superclásico en La Boca.
EL LIBERAL. Los enviados especiales Marcelo Jozami (periodista) y Daniel Pérez (reportero gráfico) vivieron de cerca la antesala del partido.
ATRACCIÓN. El barrio de La Boca atesora una rica historia y la entidad de la Ribera no es la excepción. Turistas de todo el mundo visitan el lugar.
Boca, el amor a la camiseta y una pasión que trasciende las fronteras Boca, el amor a la camiseta y una pasión que trasciende las fronteras
Enviado Especial
Las callecitas del porteñísimo La Boca tienen un encanto muy particular. No sólo por ser uno de los barrios simbólicos de Buenos Aires, ubicado en el límite sudeste de la ciudad, sino por esa pasión expuesta por los simpatizantes de la mitad más uno, Boca Juniors.
Allí, enclavado en la desembocadura del Riachuelo en el Río de la Plata, que tiene vida propia y es estandarte en la avanzada turística de Capital Federal, está la Bombonera, el estadio que resume amor y entrega por esos colores que sus fans llevan en el corazón.
Y hoy ese ardor por esa camiseta azul y amarilla se renovará cuando, a partir de las 18.30, salga a su campo de juego para enfrentar al equipo de la banda roja.
EL LIBERAL recorrió ayer un perímetro del estadio, particularmente en el sector comprendido por calles Brandsen y Juan de Dios Filiberto. Dicen que Boca es la mitad más uno, y es tan cierto como que River es el complemento necesario de Boca, para que el folclore de cada partido tenga más vida, amor y pasión tanto fuera como dentro del estadio. Y así lo entienden los seguidores de Buenos Aires como también aquellos que vienen de otros países, Brasil y Chile como un ejemplo claro de esa pasión que trasciende fronteras. Y con algunos de ellos conversamos para conocer su opinión.
Claudia Vargas, Paulina Muñoz, Félix Cortez y Macarena Ortiz cruzaron la Cordillera de los Andes para conseguir un lugar privilegiado en la Bombonera y así alentar a Boca. “Tenemos amigos argentinos que nos han transmitido esa pasión por Boca”, dijeron.
En tanto, Agustina Flores, Martín Scivoletto, Lucas Lucero y Romina Scivoletto, dejaron su Mendoza natal para venir a Buenos Aires y vivir “la mejor de las experiencias, acompañar al club más grande del mundo. Es un sentimiento y hay que estar”.
Por su parte, Carlos y Lucio Palma y Juan Córdoba, oriundos del Chaco, no ven la hora de que “Boca salga a la cancha, a poner toda su garra, brindar un maravillosa espectáculo deportivo y hacer que nuestros hinchas tengamos un muy buen día”.
En esa misma línea de pensamiento se inscriben Jésica y Diego, dos jóvenes porteños enamorados de Boca. Y toda esa pasión se renueva en la estoica espera que hacen los simpatizantes boquenses ya sea en los pintorescos restaurantes o confiterías como también en El Museo de Quique, un lugar enclavado en Brandsen y Juan de Dios Filiberto. Las callecitas de Buenos Aires tienen ése, qué sé yo, ¿viste?, dice la canción, y las de la Boca tienen un particular encanto que atrae a propios y a millones de turistas. Boca buscará revalidar sus pergaminos y mejorar su performance al igual que River, club que vuelve a ese barrio que lo vio nacer institucionalmente. l
