Todo listo para el juicio a sereno que habría asesinado a bandeña en ofrenda a "San La Muerte" Todo listo para el juicio a sereno que habría asesinado a bandeña en ofrenda a "San La Muerte"
El sujeto cayó detenido a horas del crimen, cometido en la casa de la víctima, domiciliada en Aristóbulo del Valle N° 491 y Bolivia, La Banda.
Según la investigación, la mujer (que vivía sola) fue ultimada de un certero cuchillazo en el pecho.
El primer testigo que encontró a la mujer sin vida fue el detenido; éste dijo que cerca de las 4.30 encendió el celular y advirtió una llamada perdida de Lucy.
Fue a su casa y tocó dos veces el timbre. Como nadie le abrió, advirtió que la puerta estaba abierta; ingresó y descubrió -en una habitación- a la mujer muerta.
Desnuda
La víctima estaba acostada en la cama, semidesnuda, y obviamente muerta.
Horas después, el sereno fue llevado como testigo a la ex Unidad Regional N° 2 de La Banda.
Después de relatar cómo encontró a la mujer, González habría estallado en llanto, “manifestando que ya no quería mentir más”, textual del escrito entregado por la policía a la Justicia.
Siempre en función de este trámite, el sereno habría señalado que él es el autor del crimen “y que actuó solo en una ofrenda para su santo San La Muerte”.
El sospechoso habría añadido que este vínculo nació hace más de cinco años. él y su esposa deseaban ser padres, pero tres embarazos terminaron en tres abortos.
Pacto
Dijo que hizo un pacto con San La Muerte, prometiéndole que de concederle un hijo le ofrendaría sacrificios de animales. Al poco tiempo llegó a la vida de la pareja una niña y luego les fue adjudicada una casa.
Fiel a lo prometido, en las noches, González mataba perros y gatos para su “aliado”.
Sin embargo, al poco tiempo, sobrevino una ruptura afectiva con su pareja y González debió abandonar el hogar conyugal. Desesperado -según manifestó-, reformuló su pacto y le aseguró a San La Muerte que, de reconciliarse con su mujer, le brindaría una vida humana.
Minutos después del cambio de actitud en el sereno, el instructor policial habría llamado a dos testigos “a fin de que el declarante diga lo que tiene que decir”.
Allí radicará quizá el aspecto medular en la primera jornada del juicio oral, ya que se habrían formulado objeciones al trámite legal en que “San la Muerte” se convirtió de testigo a imputado. l








