El cine revisa la historia argentina El cine revisa la historia argentina
Esa película fue rodada en el 2004. Cinco años más tarde protagonizaría otra película donde el revisionismo histórico está presente. Se trata de La patria equivocada, que recién verá la luz, en los cines argentinos, este jueves 27. En tanto, hoy, en Buenos Aires, se realizará la avant premiere con la presencia de Navarro y Juanita Viale, la otra protagonista.
Precisamente, con Juanita vuelve a repetir un protagónico después de haber trabajado, en el 2009, en La viuda de los jueves. PURA VIDA entrevistó en exclusivo a quien, en el 2006, saltó a la fama por su papel de Federico Solano en la telenovela Montecristo, y en el 2008 se consagrara como el villano Dante Mansilla en Vidas Robadas.
Los personajes fuertes han marcado tu carrera. Antes estuviste en Ay, Juancito y, ahora en La patria equivocada. ¿Qué representaron estos papeles con personajes de la historia?
Trabajar en una película histórica, siempre, para cualquier actor, es interesante. Recordar esos momentos, en este caso patéticos como fue la guerra de la Triple Alianza, te genera un compromiso especial, al que asumí con hidalguía para componer a mi personaje.
Además, encierra una historia de amor y de venganza.
Es una historia bellísima y digna de ser vista. Mi personaje es un ser nefasto en la historia: es un caza desertores. El personaje que hace Juanita Viale le jura venganza y, después de veinte años, se encuentran y el cazador termina siendo cazado.
Dalmiro Sanz, sobre cuya novela se basa el filme de Carlos Galettini, tiene una manera especial de escribir. ¿En La patria equivocada hay solo revisionismo histórico?
Te diría que en ese contexto histórico, se está contando una historia de amor. Hay una revisita a lo sucedido en ese tramo (a lo largo de cien años) en que se desenvuelve la historia. Te diría que es un filme que enseña y pide permiso para hablar de hechos que muchas veces son olvidados.
¿Cómo trabajaste para darle vida a ese caza desertores?
Hice un personaje muy jugado. Pasa por tres momentos de la historia: cuando tiene 27, 40 y luego 60 años. Interpretar a un personaje de 27, lo viví, a uno de 40, lo estoy viviendo y a uno de 60 nunca lo había hecho y es allí donde radica mi desafío. Para hacerlo, jugué con la imaginación, con la observación. Fue muy importante hacer esa película. Me sentí apoyado por todos. Fue un trabajo muy bueno e intenso. Hacer personajes distintos es lo que me gusta.l









