Alejandro Awada, entre Arquímedes Puccio y Jorge Rafael Videla Alejandro Awada, entre Arquímedes Puccio y Jorge Rafael Videla
"Soy hijo del ensayo y del error, del hacer para aprender y de aprender hasta que me vaya de este mundo. No creo en un hecho, sino en la prepotencia del trabajo. Trabajo mucho en profundizar el conocimiento de mí mismo", dijo el actor.
"Estoy disfrutando mucho y voy por más. Voy por seguir evolucionando y a ser más generoso, en todo sentido. Quiero tener más en cuenta a los demás. Apunto a ser feliz y la felicidad está con el otro", sostuvo.
En estos días, a Awada le toca interpretar a dos personajes que tienen vínculos directos con el genocidio de la última dictadura militar y que le consumieron una carga emocional importante durante la actuación: el represor Videla y el secuestrador y asesino Puccio.
"Estoy lejos de considerar que el personaje se adueñe de la persona, no hay chances, es un mito. Pero con estos dos, entre toma y toma, transitar esas zonas oscuras era muy poco agradable. Había una sensación física de desagrado", dijo.
"El almuerzo", de Javier Torre, narra la comida que Videla tuvo con Jorge Luis Borges (Jean Pier Noher), Ernesto Sabato (Lorenzo Quinteros), Leonardo Castellani (Pompeyo Audivert) y Horacio Ratti (Roberto Carnaghi) el 19 de mayo de 1976, una semana después de la desaparición de Haroldo Conti (Jorge Gerschman).
"No creo que hayan acordado con el Proceso, sino que hicieron lo que pudieron en medio de esa coyuntura de terror y pánico", opinó sobre el hecho narrado en el filme.
Lo que le dijo a EL LIBERAL
Awada destacó que ese almuerzo se produjo en la Casa Rosada, en mayo de 1976 "donde el dictador (nunca menciona su nombre) invita a almorzar a Borges, Sabato, al padre Castellani y al director de la Sade de ese momento", puntualizó en una oportunidad al conceder una entrevista exclusiva a EL LIBERAL.
Destacó que esa convocatoria lanzada "por el dictador era, de alguna manera, para delinear o conversar sobre los deseos culturales de la Dictadura.
Todo esto se produjo a una semana de la desaparición de Haroldo Conti". Enfatizó: "La película narra con muchísima inteligencia el devenir de cada uno de esos grandes escritores hacia la Casa de Gobierno, encontrándose en Casa de Gobierno ante el dictador y con la angustia de saber de la desaparición de Haroldo Conti. Es un guión fabuloso de Javier Torre, quien también la dirigió. Es una película muy necesaria".l
