"Yayo", el licenciado en Economía que hace reír "Yayo", el licenciado en Economía que hace reír
¿Qué tienen en común el humor y las ciencias económicas?
Usted, seguramente, me lo pregunta porque sabe que soy licenciado en Economía. ¿Qué tienen en común las dos cosas?, que no tienen límite para el absurdo. Se me acaba de ocurrir, porque nunca me hicieron esa pregunta.
¿Qué te llevó a inclinar la balanza hacia el humor?
Fue sin programarlo. Yo hice las dos actividades en forma paralela, y en un momento la balanza se inclinó hacia el humor. Puntualmente, yo venía ejerciendo la carrera y laburando a la par con el grupo humorístico que tenía. ¿Cuándo se desbalancea? Fue cuando nos llaman desde Telefé para incorporarnos a Videomatch a fines de 1993. Entonces, dijimos, es una oportunidad única que no podemos dejar pasar. Nos planteamos que si nos iba bien nos dedicábamos a esto. Y así fue, como se desbalanceó para este lado. Después, ya no hubo tiempo para dedicarme a la carrera de Economía. Es porque necesitás estar full time para laburar bien. Después, con el proyecto que tomó forma dentro de Videomatch, yo no pude dedicarme más a la carrera.
¿Cuál es la devolución que tienes del público en este romper de la cuarta pared?
La devolución más linda es que podemos volver al lugar. A Santiago fuimos en el 2015 con Sin Codificar. Sé que con Sin Codificar dejamos la puerta abierta para volver. En las otras plazas, es la segunda o tercera vez que regreso con mi propio show. Ese es el mejor síntoma que vos podés tener porque no estás aprovechando el momento por una cuestión comercial y porque no es un choreo del momento ni una fiebre de temporada. Esa devolución de que nos llamen para volver, es lo mejor que me puede pasar.
¿Qué sientes cuándo logras que la gente decodifica que lo tuyo no es un "choreo ni una fiebre de temporada"?
Que es la misma gente que me llevó a donde hoy estoy. Esto empezamos a hacer, sin querer, en el 2002 en pizzerías para 100 personas. Al volver, a la otra semana, nos dimos cuenta de que teníamos que agregar otra función dentro de la pizzería. Después, los teatros que no nos daban bola nos empezaron a llamar. Y nos fue muy bien en los teatros. Fue todo un proceso de convocatoria que la misma gente nos puso ahí. No es algo premeditado de que yo quiero hacer teatro porque es lo mío y que yo muero arriba de las tablas. No, no es eso lo mío. No tengo currículum, ni medallas que se me caigan.








