Condenado en 2018, volvió tras las rejas por violento Condenado en 2018, volvió tras las rejas por violento
Un jornalero de Monte Quemado (Copo) fue detenido por agredir a su ex pareja. Por un hecho anterior contra la misma persona, había sido condenado a una pena en suspenso. Con este nuevo ataque, ahora la Justicia acaba de dictarle la prisión preventiva.
Se trata de Hugo Aranda, quien fue condenado a tres años de prisión en suspenso en el año 2018, al ser hallado responsable de violencia de género en perjuicio de su ex pareja (“lesiones calificadas y amenazas agravadas por el vínculo”).
Reticencia
En aquella oportunidad, Aranda se reintegró a la sociedad (en 2019), pero le fueron impuestas restricciones e impedimento de contacto que él habría vulnerado, al retornar a la vivienda de la víctima a las pocas semanas.
Otra vez fue preso y lo excarcelaron. De nuevo, enfrentó otro conflicto con la Ley y en febrero del 2021 terminó preso en el Centro Cultural de Monte Quemado, tras ser alojado por contagios masivos de internos con Covid-19.
Frustrado motín
Un presunto intento de fuga de 36 internos provocó destrozos en el Centro Cultural y las autoridades ordenaron traslados masivos: Aranda terminó alojado en la Seccional 43 de Pampa de los Guanacos (Copo).
El 10 de mayo, la jueza de Control y Garantías, Valeria Díaz, dio luz verde a su excarcelación, pero sosteniéndola en reglas de conducta: prohibición total volver a la casa de su ex.
Aranda interpretó la resolución a la inversa y el 17 de mayo se presentó otra vez en la vivienda, resuelto y empecinado en imponer sus reglas. Irrumpió a los gritos e insultado a todos en la casa y hasta habría amenazado con prenderle fuego al inmueble.
Terció la policía y restableció la cordura. Aranda fue esposado, encerrado en la Comisaría 22 e imputado por “lesiones y amenazas”, trascendió en Monte Quemado.
Tras las rejas
El fiscal Santiago Bridoux lo llevó en la víspera a audiencia. No hubo mucho que verbalizar y la jueza Valeria Díaz le dictó la prisión preventiva.
El horizonte de Aranda no se asoma nada favorable, ya que tiene una condena como antecedente.
Por ende, la excarcelación luce utópica y de llegar a ser juzgado y condenado, su última estación sería una pena de cumplimiento efectivo. l








