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EL LIBERAL . Opinión

El sexo y el dolor

26/03/2023 02:28 Opinión
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El sexo y el dolor El sexo y el dolor

L a vida sexual i m p l i c a u n conjunto de a c t i v i d a d e s que el ser humano puede realizar y que es una de las opciones para mejorar la calidad de vida en las personas. Evidentemente, ya que una vida sexual activa y saludable favorece la satisfacción personal y fomenta la estima positiva, que son factores condicionantes pro-activos en la salud en general, que repercuten en todas las dimensiones de la persona. De ese modo podemos afirmar que la vida sexual es un aspecto deseable para las personas. Pero como sabemos, siempre parte de una decisión personal y, por ello, siempre debería comenzar desde el consentimiento, el cual surge, inexorablemente del autoconocimiento y de la comunicación asertiva. Una de las dificultades que afecta, perjudica y, hasta impide, la vida sexual es el dolor físico, en general y, particularmente, el relacionado con los genitales y con la actividad coital, al cual nos referiremos. Concretamente, duele cuando se tiene sexo y, esto genera, en muchos casos, la privación de la actividad sexual como método para evitar el dolor, algo entendible, porque las personas procuran evitar lo que saben que le producirá dolor. Entre las causas que producen dolor en el sexo hay algunas que son patologías orgánicas, otras por formas de aprendizaje de la vivencia de la intimidad y otras que son condicionantes de la relación. Dado esta diversidad de causas es esencial identificar con claridad el origen del dolor para así, poder buscar una solución adecuada y eficaz. En este punto dos ideas debemos subrayar: a- no debería haber dolor en una relación sexual consentida, la única que es válida; b- el dolor durante el coito puede ser, como dijimos, por una patología subyacentes como también por cuestiones circunstanciales. El dolor en el coito se llama dispaure - nia y entre las causas e s t á n l a s producidas por infecciones de t r a s m i s i ó n sexual, alergias tópicas o lesiones en los órganos genitales (que pueden estar en ambos sexos), hasta otras que tienen que ver con situaciones particulares según la edad y el sexo de la persona. Así, en el hombre puede tener problemas en la próstata y en la mujer, por citar un ejemplo habitual, por endometriosis. Además, hay otras situaciones que generan dolor en las relaciones sexuales y están asociadas a dificultades en el vínculo y en los hábitos sexuales. Efectivamente, a veces el dolor es por la torpeza del partenaire, sea en las formas o en la falta de dedicación en lo que se llama la previa, algo clave para encuentros sexuales más satisfactorios. Esto es muy importante puesto que una de las razones por las mujeres pueden sentir dolor en una relación con penetración es porque no se tomaron el tiempo para excitación, ni ella para pedirlo –exigirlo- o la otra persona porque no lo hizo, por no saberlo, no dedicarse o, peor, por no importarle. En todos los casos se podrían pensar soluciones específicas, pero siempre a partir de un buen diagnóstico que es la clave para proponer cualquier tratamiento adecuado. Para eso es necesario la consulta antes que la resignación o la evitación de la vida sexual. Un buen diagnóstico es clave para poder avanzar, por eso partamos de la premisa general: que el sexo me genere dolor no está bien y, recordemos lo más importante: puede tener una solución satisfactoria. En este punto, quiero volver a poner sobre la mesa dos elementos claves para una vida sexual que se comparte con alguien y que uno espera que sea activa, saludable y placentera. La primera es el autoconocimiento. Cuanto más conozco de mi cuerpo es más fácil poder reconocer lo que no está funcionando bien y lo segundo es la comunicación con mi pareja (estable o circunstancial), porque al comunicar adecuadamente estamos tejiendo puentes que nos favorecen siempre. Volvemos al principio: una vida sexual es una de las opciones más increíbles que tiene la especie humana para promover las herramientas que siempre pueden hacer la diferencia positiva: encuentro, placer, cuidado, dedicación, comunicación, intimidad, consentimiento, autoestima saludable y satisfacción. Algo bueno siempre puede aparecer cuando todo eso esté presente. La aprovechemos cuando podamos. l
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