Hipólito Bouchard: un aventurero valiente

El relato de la historia que dio origen a la Argentina aun hoy está transido por algunas injusticias involuntarias respecto de los fundadores de la Patria y de los héroes de la Independencia. El trabajo de los primeros historiadores científicos, como por ejemplo Bartolomé Mitre y Vicente Fidel López adolecieron de cierto "nacionalismo" que tuvo como consecuencia el ocultamiento de personajes sólo por el hecho de no haber sido nativos en el territorio nacional. Quizá los casos más notorios fueron el general José Antonio Álvarez de Arenales, español peninsular de Reinoso; y el almirante Guillermo Brown, irlandés de Foxford en el condado de Mayo. 

Pero sin duda en los manuales de historia esta circunstancia se acrecentó en el caso de las campañas navales patrióticas, ya que salvo Tomás Espora y Leonardo Rosales, el resto de los grandes héroes fueron extranjeros que adhirieron a la causa revolucionaria, y ese hecho sin du da espera hasta hoy una reparación intelectual, ya que esos hombres dieron la vida en muchos casos por la Argentina y les corresponde a algunos el título de Padre de la Patria, como Brown y a otros el honor de ser considerados héroes nacionales, como el griego Nicolás Jorge, el maltés Juan Azopardo, el escocés Francisco Drummond y muchos más. 

Pero sin duda la vida de Hipólito Bouchard no sólo merece una mayor consideración en los libros de historia argentinos, los que salvo honrosas excepciones lo recuerdan por la circunnavegación del globo entre 1817 y 1819, la primera vuelta al mundo de una nave de bandera argentina. En estos tiempos estivales vamos a recorrer su vida de leyenda y aventura, comenzando una serie de artículos sobre los héroes argentinos que nacieron en el extranjero. 

Nacimiento, familia y formación. 

Llegada al Río de la Plata Hippolyte Bouchard nace en el pueblo de Bormes les Mimosas, en las cercanías de Saint Tropez, sobre el mar Mediterráneo el 15 de enero de 1780. Fue hijo de André Louis y de TheréseBrunet, embarcándose como grumete desde niño. En 1799 se enrola en la marina francesa para luchar contra los ingleses, acompañando a Napoleón Bonaparte rumbo a Egipto, y luego cruzando el océano hasta llegar a Haití, desde donde se dirige al Río de la Plata para arribar a Buenos Aires en 1809, meses antes del estallido de la revolución de Mayo.

 Su adhesión a los principios liberales y su condición de antimonárquico le permitieron ascender rápidamente en los escalafones navales, siendo nombrado segundo jefe de la primera flotilla patriota, al mando de Juan Bautista Azopardo. Participa de la derrota de San Nicolás de los Arroyos contra el capitán realista Jacinto Romarate, para regresar luego a la capital, que sería defendida por Bouchard durante 1811, impidiendo los desembarcos enemigos. 

Al crear el coronel José de San Martín el regimiento de granaderos a caballo, Bouchard no duda y se alista como soldado, siendo nombrado en el parte de batalla del combate de San Lorenzo el 3 de febrero de 1813: "…una bandera que pongo en manos de V.E. y la arrancó con la vida al abanderado el valiente oficial Hipólito Bouchard". Este episodio le valió la concesión de la ciudadanía argentina por parte de la Asamblea General Constituyente del Año 13. Ese año será el de su matrimonio con la porteña Norberta Merlo, formando una familia de la que luego se alejaría sin mantener ningún contacto. 

Campañas como oficial de Brown 

Luego de renunciar al Regimiento de Granaderos, Bouchard volvió a su oficio de marino y se enroló en la flota bajo las órdenes de Guillermo Brown, obteniendo patente de corso y participando de la campaña contra El Callao y contra Guayaquil, levando anclas en Montevideo a fines de 1815 para llegar al Pacífico en 1816. En esa campaña comenzó a manifestarse el carácter autoritario de Bouchard, que se enfrentó a Brown y tuvo varios conflictos con su tripulación. Regresó con una sola nave a Buenos Aires el 18 de junio de 1816, a días de la declaración de la Independencia. Ya era director supremo el general Juan Martín de Pueyrredón, y Bouchard decide rearmar su nave "La Consecuencia", para lo que recurre a otro patriota olvidado, el armador naval Vicente Echevarría, con quien se pone de acuerdo para cambiar el nombre a la fragata, rebautizándola "La Argentina".

 A pesar de ser una campaña corsaria, es decir que ha bía un contrato entre el gobierno y el comandante de la nave, por el cual las operaciones eran establecidas por las autoridades y los botines obtenidos repartidos se gún se estableciera bajo bandera nacional, se convierte este hecho en el inicio de una campaña naval legendaria para la nueva nación. A fines de junio de 1817, la fragata partió hacia la ensenada de Barragán, desde donde levó anclas la expedición el 9 de ju lio rumbo al cabo de Buena Esperanza, en Sudáfrica. Ya en el océano Índico se dirigió la nave hacia Madagascar, donde liberó esclavos de cuatro buques llamados "negreros". Luego partió "La Argentina" rumbo a las islas Filipinas, con el objeto de atacar el tráfico español, atracando en el derrotero en Java el 7 de noviembre y en Sumatra. Más adelante enfrentó a cin co buques piratas malayos, venciéndolos en lucha cuerpo a cuerpo. Llegaron a la is la de Joló el 2 de enero de 1818, para luego dirigirse a Manila, la capital filipina. Bou hard bloqueó el puerto logrando algunas presas, y decidió continuar la navegación el 30 de marzo. Intentó varias acciones contra los españoles a lo largo y ancho de las Filipinas, para dirigirse a China, donde la falta de víveres lo obligó a cambiar de rumbo y lo hizo hacia las islas Sandwich, hoy llamadas Hawai. El 17 de agosto "La Argentina" recaló en la bahía de Kealakekua, donde se encontraba una goleta del rey de Hawai, Kamehameha I, con quien se reunió Bouchard vestido con su uniforme naval argentino, para negociar algunos asuntos vinculados a las naves que estaban en ese puerto, conversación que terminó con el reconocimiento de la bandera argentina por parte del rey, siendo éste el primer soberano que rindió homenaje a la independencia del país. 

Partió rumbo a la isla de Kauai, donde arribó el 1 de octubre. Desde allí partieron hacia California, adonde llegaron el 20 de noviembre de 1818, atacan do la ciudad de Monterrey, la capital española del territorio. Lograron la rendición de la plaza el 24, flameando en el fuerte la bandera argentina, tomando posesión Bouchard de California durante seis días. Luego siguió su campaña de corso con tra los españoles a lo largo de toda la costa hasta Acapulco, y arribaron el 2 de abril al puerto de Realejo, en El Salvador. De esta campaña en América Central ha quedado la gran