Autopsia: ya estaba muerto cuando fue incinerado. No aparecen varios millones de la víctima y su madre declaró ante la Fiscalía. Hoy, videos del auto antes del horror.
Ferrufino fue asesinado de seis "machetazos" en la cabeza y quemado; no descartan más de un agresor Ferrufino fue asesinado de seis "machetazos" en la cabeza y quemado; no descartan más de un agresor
El comerciante Juan Marcelo Ferrufino ya estaba muerto al incinerarse sus restos, previo ser atacado en la cabeza de 6 "machetazos" y la Justicia no descarta otro agresor cómplice de Alexis Fabián Maldonado (foto), quien ayer se abstuvo de declarar, pero denunció rigor policial.

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El cuerpo de Ferrufino ha sido hallado el 31 de mayo a la vera de la vieja ruta 194, (a 11 kilómetros) entre Herrera y Mailín.
El hombre estaba desaparecido desde la madrugada del 26 de mayo, tras arribar de otro puesto de ferias de San Luis y Las Lomitas, en Choya.

Por donde se la contemple, la historia conlleva millones en montos aún no precisados; quizá en la ambición desmedida de Maldonado, los claroscuros en el alquiler de tierra y/o puestos de venta y la agudeza de la ciencia para proveer respuestas certeras a las fiscales, María Emilia Ganem y Alejandra Sobrero.

Prisión perpetua
"Supuesto delito de homicidio calificado por alevosía y criminis causa en perjuicio de Ferrufino Juan Marcelo", es la atribución, reprimida solo con prisión perpetua.
Ferrufino arribó a Mailín el 25 de mayo. A diferencia de los 30 metros alquilados a la familia Maldonado, esta vez habrían acordado 70 metros. El comerciante de origen peruano, pero con nacionalidad argentina, habría pagado a Alexis más de $ 3.000.000.
A su vez, el hombre de negocios subalquiló los espacios. Asimismo, Maldonado hizo lo mismo: es decir, un espacio fue alquilado a dos personas y la estafa enfureció a una treintena de puesteros.
Así, entre las 11 y las 15 del 26 de mayo, pidió a Ferrufino que lo acompañara a Añatuya "para comprar lechones", según la acusación. Ascendieron a un auto Volswagen Voyage del tío de Alexis, José Luis Acevedo. Para Ganem y Sobrero, Maldonado planificó el crimen con antelación, cargó en el coche, palas, un machete y un cuchillo.
Con grises en la hipótesis, ya de regreso a Mailín, bajaron en el paraje Kilómetro 11. Entonces, Maldonado habría atacado a machetazos al comerciante.

Ya reducido por 6 impactos, todos en la cabeza, lo habría arrastrado 80 metros, lo roció con combustible, le prendió fuego y lo abandonó. Las llamas cumplieron con el efecto destructor en un 90% del cuerpo.
Luego, Maldonado subió al auto y volvió a su casa en calle Zacarías Herrera s/n del Bº Centro en Mailín. Con cómplices, o no, cavó un pozo de un metro en el patio. Arrojó la ropa que llevaba puesto en el crimen, literalmente "bañada" en sangre. También, el machete, un cuchillo y dos palas. De nuevo, los empapó con combustible y los quemó.

Al caer preso, entre la noche y el sábado 31 de mayo (1 de la madrugada) los policías desenterraron esos objetos y acaban de transformarse en la prueba capaz de enviarlo a la cárcel a perpetuidad.

Coche, daño y entredicho en el entorno del sospechoso
Los testigos confiaron que el entorno de Maldonado se habría enfurecido al regresar en el auto, todo dañado en su interior. En cuanto al crimen, una corriente policial no descarta una pelea dentro y el desenlace, fuera, del coche. Pero, en todos sobrevuela la teoría de un cómplice aún no "entregado" por Maldonado.
Si el aprehendido protege a alguien, los expertos empezarán hoy a indagar en profundidad. Buscarán ADN y huellas, pero también recibirán declaraciones de testigos, se supo al cierre.
"Hay que seguir la ruta de millones en pesos y dólares de la víctima", sugirió un funcionario. También, establecer quién se benefició con el homicidio, más allá del acorralado y apresado Maldonado.

El cráneo de la víctima "habló" a los forenses
Los especialistas de Añatuya, Andrés Ruiz Milani y Ana Liz Abdo trabajaron en la escena del hallazgo casi dos horas, el 31 de mayo. Habrían descubierto solo la cabeza con tejidos y cabellos y huesos de un brazo. El resto, solo huesos quemados. También, encontraron pedazos de tela y plásticos. Sobre esas pruebas, la junta ayer hizo la autopsia. El informe ya obra en poder de Ganem y Sobrero.
En principio, se intuye que el comerciante recibió cortes clave en la cabeza, uno muy comprometedor. Y que las llamas y el combustible solo buscaron hacer desaparecer el cuerpo. Sin embargo, la cabeza proveyó respuestas sustanciosas a los forenses.
No aparecen los millones del comerciante y hoy, desde las 10, audiencia ante un juez/a
Por otra parte, desde las 10 de hoy, la Justicia realizará la audiencia de conversión. Por la defensa, asistirán Román Nassif (foto) y Nahiara Cheín. En la querella, Carola Romero (foto) y Walter Correa. La acusación, potestad de las fiscales, Ganem y Sobrero.


Hay una semana de instrucción y lo dominante sería el hallazgo del cuerpo y las pruebas que comprometen a Maldonado. Resta develar dónde fue a parar el dinero de Ferrufino; confirmar los depósitos de dinero remitidos a la familia Maldonado y la dinámica en la estafa con los puesteros.
Trascendió que el comerciante arribó a Mailín (Avellaneda) con ganancias de otras ferias, pero esos dineros desaparecieron. Las cifras lucen misteriosas, máxime porque los feriantes suelen manejarse con plata en efectivo, o bien transferencias.
Allí centran sus retinas las fiscales. Maldonado ya está esposado, pero aún habría personas que tomaron esos billetes de Ferrufino en pleno caos.
La decepción de Juana, madre de la víctima: "Vimos nacer y crecer a Alexis", el detenido
Juana, madre de Ferrufino, declaró ayer ante la Fiscalía. Arribó junto a su nieto y su ex nuera, Cristina. De pocas palabras, desconfiados y muy golpeados, indicaron a sus abogados que esperan llevarse pronto el cuerpo. Por la tarde, cumplieron con el formalismo, ante un escribano, para constituirse como querellantes en la causa.

Sus amigos señalaron que Ferrufino empezó a trabajar en Santiago 35 años atrás. "Vimos nacer y crecer a Maldonado", señaló Juana a la Justicia.
Ese bebé, niño, adolescente y hoy adulto, habría masacrado al hombre que todos los años arribaba a su tierra y le dejaba millones en ganancias. "Mi hijo lo trataba como familia. Paraba en su casa", acotó a los instructores.
La anciana lloró y sugirió que el trabajo en las tierras de Santiago ya es historia. Es decir, pronto ascenderán a un vehículo con el cuerpo de su hijo y Mailín será pasado.








