La sangre reformuló la acusación. El 17 la Fiscalía va por la prórroga de detención de Alexis. Nahuel y su tío, Acevedo, prófugos.
Crimen de Ferrufino: hermanos Maldonado, "coautores" y Luis Acevedo, "partícipe necesario" Crimen de Ferrufino: hermanos Maldonado, "coautores" y Luis Acevedo, "partícipe necesario"
El comerciante peruano-argentino, Juan Marcelo Ferrufino, habría sido asesinado por los hermanos Alexis y Nahuel Maldonado: esa sangrienta sociedad incluiría como "partícipe necesario" al tío, municipal, José Luis Acevedo. Allí se sustentaría la nueva plataforma judicial que timonea la fiscal de Añatuya, Alejandra Sobrero, quien instará a la prórroga de detención de Alexis, el 17 de junio a la mañana.
"Homicidio críminis causa agravado por alevosía y ensañamiento" son los cargos enrostrados a los tres parientes, con residencia en Mailín, Avellaneda. Vale destacar que ni bien los expertos hallaron sangre en el coche que conducía Alexis, Nahuel y José Luis "desaparecieron" del mapa santiagueño.
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Ahora, Sobrero irá fuerte por la prórroga y casi seguro se la darán, dado a la conmoción social y aberrante del ataque y asesinato de Ferrufino, quien ha sido incinerado en un 90 % del cuerpo y cuya sola cabeza habría salvado la labor de los forenses.
El rompecabezas imaginado
Hasta el 26 de mayo pasado (por 35 años), Ferrufino engordaba las arcas de los Maldonado. Todos los meses, les giraba dinero que los santiagueños retribuían cediéndole entre 30 y 40 metros de tierra para que las explotara en fiestas de Mailín.
La frase "el bien que se hace con el mal se paga" es un refrán popular que sugiere que, a pesar de que se haga el bien, a menudo se recibe una respuesta negativa o desmerecida. La versión santiagueña sería que la voracidad, ambición, ahogaron la sensatez y gratitud.
Aquella mañana, los Maldonado habrían ascendido a Ferrufino al coche de Acevedo. ¿Por qué? Una veintena de puesteros insultó al comerciante por el doble alquiler, "avivada" enrostrada a los Maldonado. "Sin tomarla ni beberla", el comerciante fue denunciado por "estafa" en la policía de Mailín.
Con la ira e insatisfacción a cuestas, pisándole los talones, Ferrufino terminó en el coche de Acevedo. Para la fiscal, serían los "coautores" de atacarlo con machete y quizá otra arma. Ya muerto, lo habrían quemado y descartado a 11 kilómetros de Mailín.
En cuanto a Acevedo, la funcionaria lo acusa de "partícipe necesario". Es decir, sin la colaboración con su transporte, vehículo, los Maldonado difícilmente habrían salido con la suya y reconvertir una "estafa", o treta, llevándola a la barbarie de un hombre ultimado en la soledad del monte.
Esa acusación es reforzada con todas las herramientas del crimen, quemadas y enterradas a un metro y medio en el patio de la casa de los Maldonado: un desatino criminal servido en bandeja a los forenses.
