ANÁLISIS ACTUAL: Las verdaderas razones de la crisis de la hotelería argentina ANÁLISIS ACTUAL: Las verdaderas razones de la crisis de la hotelería argentina
A esta altura del año, ya es un hecho la pobre temporada turística en el país. Se confirma en los lugares más emblemáticos y en los menos conocidos. Muy poca demanda y cada vez menos días de paseo y todo gasolero.
Los niveles de ocupación hotelera no superaron el 50% durante las vacaciones de invierno, lo que trajo a una pérdida significativa de empleos, de hasta 10 puestos de trabajo perdidos por día. Además, se observa una disminución en las reservas, con caídas de hasta el 40% en comparación con el año anterior, y una reducción en la estadía promedio de los viajeros, incluso en destinos turísticos populares como Bariloche.
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Es un hecho entonces que la hotelería en Argentina atraviesa una crisis profunda. Pero no es menos cierto que más allá de que la economía y el poder adquisitivo de la población no le permite salir de vacaciones a la gran mayoría, las razones de esta crisis tienen explicación en otros factores que el sector viene advirtiendo y reclamando sin respuestas.
Frente a este contexto de retracción, todas las voces del rubro hotelería señalan que el Gobierno nacional no ha tomado conciencia de la situación y, por lo tanto, no resuelve temas claves como la fuerte presión impositiva, el costo laboral y las condiciones de informalidad que afectan la competitividad de la hotelería formal en una coyuntura donde el tipo de cambio también juega un rol protagónico.
La carga impositiva en Argentina es muy alta, lo que impacta directamente en la rentabilidad de los hoteles, con hasta un 60% de la tarifa destinado a impuestos.
Por otro lado, está la competencia con el exterior: el tipo de cambio y la salida de argentinos al exterior también han influido en la disminución de la demanda interna. Y para completar el oscuro panorama, las empresas critican la falta de políticas públicas, de una estrategia nacional coordinada para promover el turismo y atraer inversiones.
El sector se esfuerza en profesionalizarse y brindar más y mejores servicios, pero choca con aquellos escollos que desalientan cualquier buena intención. Se pone el foco en los costos y en buscar oportunidades para optimizar los procesos, pero mientras los que tienen en poder de decisión no vean los problemas señalados, la crisis puede llegar hasta niveles imprevisibles.










