La estrategia del equipo económico generó una inesperada volatilidad en el mercado financiero, con tasas reales en alza, tensiones con los bancos y un dólar contenido a fuerza de intervenciones.
La caja de Pandora que abrió Caputo, el enfrentamiento con los bancos y el dólar agazapado La caja de Pandora que abrió Caputo, el enfrentamiento con los bancos y el dólar agazapado
La coyuntura financiera actual parece anticiparse a los tiempos políticos. Muchos movimientos que normalmente se esperan en la previa de una elección, están ocurriendo ahora, generando desconcierto tanto en el mercado como en el círculo rojo. Desde fines del mes pasado, se intensificaron las reuniones presenciales y virtuales entre inversores, asesores y consultores, ante una creciente incertidumbre respecto al rumbo económico, especialmente en torno a la dupla Caputo-Bausili.
Las últimas decisiones en política monetaria, sumadas a medidas reactivas, han alimentado la confusión. Algunos analistas, afines al oficialismo, argumentan que el reciente repunte del dólar obedeció al miedo del mercado a una ruptura del techo de la banda cambiaria, aunque desde las mesas señalan que el verdadero temor provino del propio equipo económico. Muchos operadores no esperaban esta volatilidad a esta altura del año, y eso habría tomado a varios con el pie cambiado.
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Lo llamativo es que fue el propio Gobierno quien abrió, de manera anticipada, una especie de "caja de Pandora" al lanzar una pulseada con el sistema bancario. Esto derivó en tasas de interés reales en niveles elevados y en una volatilidad creciente. Un operador resumió que, si bien en el corto plazo el BCRA parece tener la iniciativa, los perdedores son los de siempre: quienes observan el movimiento desde afuera, sin acceso a las herramientas de cobertura.
En estos niveles de tasas, incluso si se perciben como transitorias, resulta difícil para los inversores mirar hacia otras opciones. Mientras tanto, el mercado se despierta cada día con nuevas licitaciones, medidas imprevistas o cambios en la ventanilla. El "carry trade", atractivo en el corto plazo, genera ilusión, pero también riesgo. Así lo advertía un veterano de la city: "hay que elegir bien los próximos pasos".
A pesar del clima tenso, la mayoría no proyecta un colapso financiero antes de las elecciones. El equipo económico defiende la desaceleración de la inflación con firmeza, y lo demás se deja en manos del destino. Incluso analistas políticos cercanos al oficialismo no descartan un resultado electoral favorable.
Entre pases, licitaciones y ajuste monetario
En una mesa de una gestora boutique, un economista con pasado en el BCRA explicaba la reapertura de una ventanilla de liquidez diaria por parte del Central para absorber excedentes bancarios al cierre de cada jornada y así contener la volatilidad de tasas. Paralelamente, el Tesoro enfrentó una licitación clave con $15 billones en vencimientos. Aunque el contexto no era ideal, logró un rollover del 64% (equivalente a $9,1 billones), todo con vencimiento posterior al 26 de octubre, gracias al nuevo esquema de Pases.
El impacto de la suba de tasas no pasó desapercibido: castigó todo lo que tuviera duración. Solo las LECAP de tramo corto evitaron rendimientos negativos. En la curva CER, el tramo medio y largo resultó el más golpeado.
Dólar bajo control, por ahora
Respecto al dólar, el BCRA continuó interviniendo en los contratos que superaban el techo de la banda proyectada. Aun así, se observó un crecimiento del interés abierto en los plazos más cercanos al calendario electoral.
En cuanto a los bonos soberanos en dólares, su comportamiento fue alineado con los emergentes. La acumulación de reservas para hacer frente al pago de enero 2026 actúa como ancla positiva y reduce el impacto de posibles ruidos políticos de corto plazo.
Como destacó el economista Arriazu (MegaQM), el problema no son los dólares: el Gobierno, como otros anteriores, tiene divisas para cumplir con sus obligaciones, aunque provengan de reservas ajenas. El riesgo mayor hoy se concentra en el mercado monetario en pesos.
El ajuste pega en los bancos (y en la actividad)
Desde la mesa de un banco privado, relataron cómo la reciente suba de encajes aplicada retroactivamente obligó a las entidades a cubrir un déficit equivalente al 4,1% de los depósitos en pesos, es decir, salir a buscar unos $6 billones para cumplir con el efectivo mínimo en el BCRA. La lectura fue unánime: el objetivo principal es frenar el dólar en el corto plazo, no cumplir con metas del FMI.
Este endurecimiento monetario redujo la liquidez y empujó las tasas al alza, lo que recompuso el "carry trade" pero encareció el crédito y profundizó el freno en la actividad económica, ya debilitada desde febrero. A su vez, ayudó a contener el traslado del tipo de cambio a los precios.
Un operador citó un informe de Eco Go: el relevamiento de alimentos de la segunda semana de agosto marcó una suba semanal del 0,6%, y la proyección mensual se ubicó en el 2%. Este dato se explica, en parte, por la estabilidad del dólar, la apertura comercial y una demanda deprimida que comprime márgenes.
Oro, plata y tasas: brindis en clave monetaria
En un encuentro informal cercano a Olivos, economistas y financistas celebraron el IPC de julio, especialmente el dato de inflación núcleo (1,5% mensual, el más bajo desde enero de 2018). Sin embargo, reconocían que la verdadera atención está puesta en las tasas en pesos y la liquidez.
Los más ortodoxos defendían la idea de que sin expansión monetaria, la inflación no puede repuntar. Algunos incluso apuestan a que el ritmo inflacionario seguirá bajando hasta alcanzar niveles cercanos al 0% el próximo año. "Con el equipo de Toto, eso es posible", decían.
Uno de los presentes compartió un estudio del Deutsche Bank que analizó 152 países desde 1971 y concluyó que ninguna economía logró mantener una inflación del 2% de manera sostenida. La excepción: Suiza, con un promedio de 2,2%. Esa resistencia a la depreciación explica por qué monedas como el franco suizo o el yen japonés son considerados refugio. Frente a eso, el oro y la plata siguen siendo los verdaderos ganadores en la carrera por preservar poder adquisitivo, afirmaba el autor del estudio, gestor de un ETF global de metales, detalla el portal de ÁMBITO FINANCIERO.








