La medida atrajo rápidamente alrededor de USD 7.000 millones en envíos programados, aprovechando la ventana que abrió la suspensión de gravámenes.
La pausa en los aranceles agrícolas de Milei dispara récord histórico de exportaciones y genera tensiones en el sector La pausa en los aranceles agrícolas de Milei dispara récord histórico de exportaciones y genera tensiones en el sector
La breve suspensión de los aranceles a la exportación de cultivos, implementada la semana pasada por el presidente Javier Milei para reforzar las finanzas del país, provocó la mayor ola de reservas de exportación jamás registrada en Argentina, generando tanto oportunidades como fricciones en el sector agrícola.
La medida atrajo rápidamente alrededor de USD 7.000 millones en envíos programados, aprovechando la ventana que abrió la suspensión de gravámenes. Entre los beneficiados se encontraron grandes empresas de comercio de materias primas, como Bunge Global, Cargill y Louis Dreyfus.
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Sin embargo, apenas 48 horas después, los aranceles volvieron a entrar en vigor, con impuestos de alrededor del 25% sobre la soja y cerca del 10% sobre maíz y trigo. A pesar de no ser la primera vez que cambios en la política provocan un frenesí exportador, la magnitud de esta ocasión fue histórica: se reservaron casi 20 millones de toneladas métricas de semillas oleaginosas y cereales, la cifra más alta desde 2011, según Bloomberg News.
"Nunca había visto nada igual", aseguró Gustavo Passerini, consultor de mercados de cereales en Rosario. La única comparación histórica cercana ocurrió en 2007, cuando se incrementaron los aranceles de exportación.
El fenómeno no solo impacta en Argentina: los productores de soja estadounidenses están actualmente excluidos del mercado chino, favoreciendo a los exportadores argentinos y brasileños, mientras se aguardan las próximas conversaciones entre Donald Trump y Xi Jinping.
Tensiones entre agricultores y comerciantes
A pesar del aumento en los precios, muchos agricultores se mostraron frustrados, temiendo que los comerciantes se queden con la mayor parte de las ganancias.
"Estamos muy molestos porque el gobierno ha dejado que los exportadores se beneficien", dijo Santiago Fernández de Maussion, agricultor de Jesús María, Córdoba. "Ahora pueden negociar los precios con ventaja, mientras que yo lucho por obtener beneficios".
Los exportadores, por su parte, se comprometieron a transportar 12,4 millones de toneladas de soja antes de la próxima cosecha, enfrentando un mercado con menos existencias y productores con mayor poder de negociación.
"El programa especial desencadenó una vorágine de ventas de cosechas", afirmó Ciara-Cec, principal grupo exportador de Argentina. "Las empresas comerciales siguen operando en los mercados de cereales para cumplir con todos los contratos de exportación, como es habitual".
Hasta el 24 de septiembre, los productores habían vendido más de 35 millones de toneladas, el 62% del total estimado de 57 millones. Según Javier Preciado Patiño, consultor agrícola, los productores que aún conservan soja tienen ventaja: las ofertas rondan USD 350 por tonelada, frente a menos de USD 300 antes de la reducción arancelaria.
El propio Milei destacó los precios más altos en una entrevista televisiva del 30 de septiembre como prueba de que los agricultores también están obteniendo beneficios, aunque la percepción del sector es distinta.
"Asumimos el mayor riesgo y, sin embargo, volvemos a cargar con el peso", señaló Augusto Mc Carthy, productor de Navarro, Buenos Aires. "Los exportadores no deberían quedarse con nada de lo que es legítimamente nuestro".
El episodio subraya la tensión entre la intención de liberalizar el sector agrícola y la realidad del mercado, mientras los productores buscan equilibrar riesgos, ganancias y la participación justa en un momento de precios récord, menciona el portal Infobae.








