Por Eduardo Lazzari, historiador.
Mariquita Sánchez de Thompson y Mendeville Mariquita Sánchez de Thompson y Mendeville
En los tiempos de los orígenes del país, el lugar que la sociedad daba a la mujer no le permitió ocupar los roles protagónicos que el relato de la historia ha privilegiado en la construcción del mito fundacional, donde prevalece el carácter épico e idealista, en desmedro de la participación del hombre común y de las acciones cotidianas, sólo representados como una ilustración anecdótica. La convicción de que la participación femenina tiñó de sensibilidad, coraje, astucia y cordialidad los tiempos en que el viejo virreinato del Río de la Plata se convirtió en las Provincias Unidas en Sudamérica impone recordar a la querida Mariquita Sánchez, quien sin duda merece ser llamada "madre de la Patria".
Su nacimiento, su familia y su juventud
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María Josepha Petrona de todos los Santos Sánchez de Velasco y Trillo nació en Buenos Aires el 1 de noviembre de 1786 en el día de todos los Santos, hija de don Cecilio Sánchez de Velazco, granadino, y de doña Magdalena Trillo, criolla, casada en segundas nupcias. Su padre le enseñó a leer y escribir y le dio base al carácter independiente y transgresor que la caracterizará siempre. Cuando aún no tiene quince años, se enamora de Martín Thompson, rechazando en la fiesta de compromiso al hombre que sus padres habían elegido. Estos la internan en la casa de Ejercicios fundada por la santiagueña Santa María Antonia de Paz y Figueroa, Mama Antula, y ante la negativa de su madre, que enviuda por segunda vez, a aceptar el noviazgo, estos deciden iniciar un juicio según las nuevas leyes de Indias. El fallo los favorece y es el primero en el Plata que aplica dichas normativas, casándose el 20 de julio de 1804 en la iglesia San Francisco, oficiando fray Cayetano Rodríguez, autor de la declaración de la Independencia Argentina en 1816.
En junio de 1806, la primera invasión inglesa toma Buenos Aires durante dos meses, y luego de la rendición de éstos ante Santiago de Liniers, el Cabildo decide remover al marqués de Sobremonte como gobernador militar del virreinato. Mariquita se encuentra entre quienes defienden al virrey huido. No tendrá la misma actitud cuando el Cabildo nombre a Liniers como virrey en reemplazo de Sobremonte. En esos días de 1807 comienza a criar su prole: Clementina, Juan (1809), Magdalena (1811), Florencia (1812) y Albina (1815). Su esposo forma parte del sector identificado con Mariano Moreno durante la Revolución de Mayo. La mayor contribución de los Thompson a la causa patriótica fueron las tertulias, magníficas reuniones sociales y políticas que tenían a su casa como principal lugar en Buenos Aires. Allí, en la jabonería de Vieytes y Rodríguez Peña y el Café de Marco, se maceró la revolución porteña, la más sólida de todas las producidas en el imperio español americano. Un hecho aún recordado es la primera ejecución de las estrofas del Himno Nacional Argentino, poesía de Vicente López y Planes con música de Blas Parera, sin duda arreglada por Mariquita, quien era una eximia pianista, arpista y clavicordista. La tradición dice que este hecho se produjo en la casa de los Thompson.
Entre sus amigos se destacan Bernardo Monteagudo y Juan José Castelli. El piano se halla conservado en el Museo Histórico Nacional. En 1816, Martín viaja con una misión secreta a Norteamérica, enviado por el Congreso Constituyente. Sus objetivos eran recaudar dinero, vincularse con los revolucionarios mexicanos y negociar el apoyo de los Estados Unidos. Tarda tres meses en llegar a Nueva York y durante el viaje comienza a manifestarse la pérdida de la razón que será definitiva poco tiempo después. Remite una copia de la constitución de los Estados Unidos y se opone a la invasión portuguesa a la Banda Oriental siendo cesado en su cargo. Su locura hace que sea internado y a los dos años Mariquita envía a su hijo a traer a Martín desde el norte. Debido a la crueldad del capitán del barco, Thompson muere de hambre el 23 de octubre de 1819 y su cadáver descansa en el fondo del mar, junto al de otro gran prócer de mayo, Mariano Moreno.
Su segundo matrimonio y su madurez
En otro notable gesto de transgresión, Mariquita se casa a los seis meses de la muerte de su esposo con el francés Jean Baptiste Washingtonde Mendeville, un músico que la cautivó poco tiempo antes. El casamiento se realizó en su casa, por consejo de su confesor fray Cayetano Rodríguez, el 20 de abril de 1820. También fue una gran audacia el hecho de que el hombre fuera siete años menor que Mariquita. A sólo siete meses del matrimonio, nace Julio Rufino, lo que significó otro escándalo. También tendrían a Carlos (1824) y Enrique (1825). De los hijos de Thompson, sólo Juan no aceptó a Mendeville como supadre sustituto.
Bernardino Rivadavia, ministro de Gobierno de Buenos Aires le pide a Mariquita se encargue de reunir a las mujeres más notables de la ciudad para fundar la Sociedad de Beneficencia y cuando el 12 de abril de 1823 se realice la primera actividad de la institución, ella será la secretaria. Esta organización se encargará de la administración de la cárcel de mujeres, las escuelas para niñas, el hospital de mujeres, la casa cuna, el colegio de huérfanos y la casa de partos públicos y ocultos durante más de un siglo.
En 1822 había participado de la fundación de la sociedad Filarmónica, junto al maestro Víctor Rabaglio, ya que a la condición de instrumentista de Mariquita se suma la de cantante de Mendeville. Siguió destacándose Mariquita por su excentricidad, siendo la única mujer que viajó en el primer crucero de un barco a vapor en el río de la Plata, entre Buenos Aires y San Isidro, y haber lucido el primer tapado de piel de Buenos Aires. Corría 1825 y las tertulias en la casa de los Mendeville eran de las mejores de la ciudad porteña. Para sumar prestigio, un año después Mendeville es nombrado primer cónsul francés en las provincias Unidas. Su casa se convierte en el lugar de reunión de los franceses en Buenos Aires, lo que en 1829 hará que sea atacada en medio de una crisis con los galos. Mariquita enfrentará a los asaltantes pidiendo que alguno de ellos le mostrara los mismos blasones patrióticos que ella tenía. Todos retrocedieron.
Su soledad y su muerte
Comienza por entonces un distanciamiento con su esposo acentuado por las largas ausencias de Mendeville a raíz de su cargo diplomático, que lo llevan a Quito y otros lugares sudamericanos y finalmente a Francia donde morirá. Luego de los tiempos de inestabilidad de la república unitaria y la guerra contra el imperio del Brasil asume la gobernación Juan Manuel de Rosas, y Mariquita es la encargada del discurso de bienvenida. La pieza oratoria es transcripta con modificaciones para halagar al gobernador. Mariquita logra que el periódico rectifique la versión, lo que marcará su relación respetuosa pero distante con Rosas. En 1832 es nombrada presidenta de la Sociedad de Beneficencia.
Su familia empieza a dispersarse: una de sus hijas al casarsese radica en Europa, y la quiebra fraudulenta de su yerno Faustino Lezica, implica gran sufrimiento familiar, ya que el hermano de Faustino se suicida por el hecho y aquél es encarcelado. Sin embargo, el regreso de su hijo Juan y la vinculación que éste promueveentre su madre y los románticos de la generación del '37, le dará una atmósfera sensible y agradable a sus inquietudes políticas e intelectuales. De esos tiempos es su libro "Recuerdos del Buenos Aires virreinal" y el obsequio de su diario personal a Echeverría.
Comienza a viajar seguido a Montevideo y finalmente se radica con sus hijos allí. Ante el reclamo de Rosas por no haber sidoavisado del viaje, Mariquita le contesta: "Es que te tengo miedo, Juan Manuel". Allí mantendrá un recordado encuentro con Domingo Faustino Sarmiento, cuando éste viajaba hacia Europa, en el que el sanjuanino relata a sus amigos las sensaciones que le causó compartir la intimidad de una mujer tan seductora como Mariquita. El detalle es que él tenía 34 años, y ella, casi 60.Regresa en 1843, permaneciendo en Buenos Aires hasta 1851. Se hallaba en la Banda Oriental cuando Urquiza vence al Restaurador de las Leyes el 3 de febrero de 1852 en la batalla de Caseros. El Organizador la convoca para que revitalice la Sociedad de Beneficencia, tarea que asume y que la ubica en el apoyo a Urquiza cuando el Estado de Buenos Aires decide separarse de la Confederación. Durante estos años mantiene una amarga correspondencia con su esposoreclamándole por la situación económica de la familia. No lo verá nunca más. Mendeville muere en Francia en 1863.
Puede decirse que es la primera promotora del divorcio en la Argentina, ya que debido a su experiencia y compartiendo la de su hijo Julio y su esposa Carolina, en julio de 1854 escribe: "Quien diablos inventó el matrimonio indisoluble. No creo esto cosa de Dios. Es una barbaridad atarlo a uno a un martirio permanente". En 1855 se radica definitivamente en Buenos Aires. En 1861, polemiza fuertemente con su amigo Sarmiento por las escuelas de niñas dirigiéndole unos versos irónicos notables. Ya con 80 años, participa de la ayuda a los damnificados por la epidemia de cólera de 1867. En junio de 1868 se recluye en su casa, dejando de asistir a sus actividades habituales. Como si percibiera la cercanía del fin redacta su testamento durante los primeros días de octubre. Muere el 23 de ese mes de 1868 a los ochenta y un años, el mismo día que su primer esposo, 49 años después.
El cortejo fúnebre hacia el cementerio de la Recoleta fue delos más concurridos de su tiempo y durante bastantes meses fue sepultada en el mausoleo familiar de los Lezica. Hoy, su sepultura es un túmulo de excelente factura en mármol de Carrara, frente al Panteón de los Ciudadanos Meritorios. Tal como sin duda le hubiera gustado a ella. Se conserva su casa en San Isidro convertida en un museo municipal y algunas calles del país la conmemoran, pero falta aún el gran homenaje que merece por su participación en la fundación de la Patria y el nacimiento de la República.








