El diácono Federico Puig recibirá la ordenación sacerdotal en Tucumán

LAS TERMAS, Río Hondo (C) A casi seis meses de haber sido ordenado diácono, Federico Puig recibirá este viernes 6 de diciembre su ordenación sacerdotal en la parroquia Nuestra Señora de Fátima, de calle Muñecas 1570, en la ciudad de San Miguel de Tucumán.

Sumamente emocionada por este logro del diácono, su abuela Lidia Esther Figueroa de Puig, quiso compartir esta alegría con EL LIBERAL. Así fue como, sentada en el living de su casa, junto a recortes de publicaciones de este diario, expresó las sensaciones de felicidad que vive toda la familia por este camino que emprendió su nieto.

Aunque duda que pueda concurrir a la ordenación de Federico, dados algunos problemas de salud, Lidia expresó su orgullo por este meritorio camino que lleva su nieto. “Siempre fue un chico noble, y ya desde jovencito se le vio esa vocación, un chico bueno, de nobles sentimientos”, describe su abuela, quien cuenta que, en la época en que Federico estaba en la universidad, donde obtuvo un título de grado, siempre la visitaba y después se fue a vivir con ella. “Ahí siempre se veía ese camino que siguió, era de rezar siempre, de ir a misa, de pedir por los demás, además siempre fue caritativo”, sostuvo su abuela.

El camino de Federico fue sumamente vertiginoso, y se debe a su capacidad y dedicación plena en todo lo que siempre emprendió, destacándose como un excelente alumno en todos los ciclos de formación, explicó Lidia.

El futuro sacerdote es hijo de Walter Puig y Liliana Vagliati, el segundo de siete hermanos, es nacido y criado en Las Termas de Río Hondo, y nieto de la reconocida historiadora termense Alba Rojas de Vagliati.

Actualmente, en su función como diácono, realiza bautismos y casamientos en la parroquia donde justamente este viernes, a las 20, será ordenado sacerdote por monseñor Carlos Sánchez, y el sábado 7 oficiará su primera misa.

Como en la ocasión anterior, esperan tener el acompañamiento de amigos que supo sembrar Federico en su niñez y adolescencia. “Será una gran honra”, cerró su abuela.l