Particularidades del gentilicio en Santiago del Estero

HACÉ CLICK AQUÍ PARA UNIRTE AL CANAL DE WHATSAPP DE EL LIBERAL Y ESTAR SIEMPRE INFORMADO Los gentilicios, en general, resultan construcciones léxicas que otorgan una identidad sostenida por los propios habitantes, de manera que llegan a establecer una marca social referencial. Por eso su importancia, y la gran aceptación que ha tenido entre los santiagueÑos nuestro objetivo de "rescate de identidades locales", en nuestra página en FACEBOOK (que desde sus comienzos recibía un promedio de 2.000 visitas semanales, y estas últimas semanas se duplicaron). Hay rasgos generales en los gentilicios, como el hecho de que derivan de un topónimo (nombre de lugar), por medio de sufijación, por lo que siempre conllevan una alusión geográfica. En nuestra lengua castellana hemos visto innumerables sufijos, como ?isto, que forma VALLISTO (del Valle) y abundantes gentilicios cuyanos, -és : CORDOBéS, -í : IRANí, -ol: ESPAÑOL, -teco: GUATEMALTECO, -eta: LISBOETA, y tanto más. Ninguno de éstos ?y tantos más- aparecen en nuestros gentilicios. Los sufijos en gentilicios santiagueÑos A esta altura de nuestros registros, y contando ya con unos 500 gentilicios recolectados en la provincia, estamos en condiciones de una primera sistematización de las formas de derivar los mismos; sistematización que muchas veces linda con lo histórico y lo sociológico. - En ?eÑo. Al final del trabajo, pensamos que éste será el sufijo más usado, lo que no llama la atención, si atendemos a que el modelo habría sido el gentilicio de la provincia: SANTIAGUEÑO. Y que aparecerá en innumerables ciudades, pueblos y parajes posteriores a la conformación de la provincia: ABREÑO (de Abra Grande), ARDILEÑO, BANDEÑO, BOBADALEÑO, BANDEREÑO (de Bandera y de Bandera Bajada), DIQUEÑO (de Dique Figueroa), BOBADALEÑO, MOJONEÑO, PIRUCHEÑO, QUEMADEÑO, y cientos más. - En ?ero: Nos llamó especialmente la atención, en nuestra primera visita a Salavina, la gran cantidad de gentilicios en ?ero, sobre todo en topónimos que en otras partes no se forman así, como el gentilicio general NORTERO (el que vive al norte del pueblo donde esté el hablante), o en SANTALUCIERO, TRONQUERO, MISTOLPOCERO, SABAGASTERO, VARASCUCHUNERO y, sobre todo, el caso de CAHAÑARPOCERO en Salavina, mientras que el mismo topónimo en Avellaneda, Pellegrini, Río Hondo y Copo deriva CHAÑARPOCEÑO. Nuestra observación es que en lugares más rurales (más pegados a la tierra, se nos ocurre), se prefiere la forma ?ero. Pedro Luis Barcia, en su HACIA UN DICCIONARIO DE GENTILICIOS ARGENTINOS (DiGA), donde sienta las bases para el proyecto que se está realizando en cada provincia (como el nuestro), seÑala: "No es ley, pero si tendencia, que en presencia de doble gentilicio, el que lleva sufijo ?ero, sea de uso o más vulgar o levemente despectivo". Y ése es el caso que hemos observado en Santiago del Estero, de algunos seudogentilicios (motes o forma de nombrar con intención burlesca y hasta ofensiva) como BAGRERO, CONEJERO, CHIMPERO, que serán objeto de otra nota especial. En ?ino y ?ano encontramos muy escasos gentilicios en nuestra provincia: AGUIRREANO, LORETANO, BORDOPAMPEANO, ENTRERRIANO (de Entre Ríos, en el Dpto. Figueroa), HERRERIANO, LLAJTAMAUCANO, CHOYANO, SAMPEDRINO (de San Pedro de Guasayán), PUNTANO (de Villa la Punta), SANJUANINO (de Colonia San Juan, Dpto. Figueroa), FISCAíNO (de El Fisco de Fátima, en el Dpto Jiménez). -En ense: Todo un caso especial resultan ser algunos gentilicios santiagueÑos terminados en ?ense, que se caracterizan por su uso más letrado, debido a la connotación culta dada por el sufijo latino. También ?ense lo encontramos en localidades más nuevas, con no mucho más de un siglo de historia, como es el caso de AÑATUYENSE, LAVALLENSE, o de los gentilicios derivados de nombres de departamentos impuestos a comienzos del siglo XX: AVELLANENSE, TABOADENSE, PELLEGRINENSE, RIVADAVIENSE, etc. Justamente, las anécdotas más numerosas en esta tarea de averiguar los gentilicios en toda la provincia se dan con ?ense. Una de las más originales la encontré en un Foro de internet, donde Luis Pérez (estacionlugon es@gmail.com), seÑala que en Lugones "tomó al toro por las astas y comenzó a difundir por las tres emisoras FM locales el gentilicio lugonense, echando tierra encima a los que se atrevían a decirnos lugoneros. Y la palabrita, como un halo mágico, se impuso". No me contestó el mail en el que le comentaba que, en mis consultas en Lugones, los pobladores se identificaban como LUGONEROS. Es que resulta muy difícil imponer un gentilicio distinto cuando ya el pueblo lo ha adoptado como suyo. Cuando algún docente, o persona instruida me aporta un gentilicio en ?ense, por lo general no lo anoto en el acto, sino trato primero de corroborar que sea aquel con el que identifican los pobladores, verdaderamente. Igualmente, cuando anduvimos por Forres, la gente lugareÑa nos decía FORREÑO. Aclaro que trato de acudir a los pobladores de mayor edad (suelen ser más sabios), y si es posible hombres (más andariegos que las mujeres, generalmente). Pero más adelante, una amiga de Forres, aunque ya instalada en la Capital santiagueÑa, con estudios universitarios, quiso corregirlo: -No, Hebe, es FORRENSE. En la escuela nos dijeron que lo correcto es forrense. Me tomó un tiempo explicarle lo que digo en el proyecto: No debemos suponer ni inventar cuando buscamos gentilicios para este Diccionario. En Lingüística, este tipo de trabajos se hacen oyendo o leyendo lo que dicen los pobladores del lugar. Los que conocen, y en la forma en que lo usen ellos. Nunca corregir. No hay reglas de buen uso en el gentilicio. Lo correcto es lo que nombra la gente, la dueÑa del gentilicio, porque determina cómo se les dice a los nacidos en un lugar. Y ellos se vigorizan como comunidad, aferrados a ese gentilicio como si fuera una bandera de identidad. Y para mejor, buscando en internet, encontré la prueba perfecta: LA FORREÑA, zamba de Paco Garrido, ¡el "himno" de Forres!. l