Millones de hígados sufren en silencio Millones de hígados sufren en silencio
Por el Dr. Conrado Alcorta Alonso
(gastroenterólogo);
la Lic. María Mazzucco Ortiz
(nutricionista)
y el Dr. Gonzalo Quinteros
(gastroenterólogo)
D esde 2018, cada 12 de junio se conmemora el “Día Internacional de la Esteatohepatitis No Alcohólica (Ehna)”, más conocida como hígado graso, con el objetivo de enfatizar el diagnóstico y tratamiento de esta enfermedad por parte de los profesionales de la salud, favorecer la investigación sobre Ehna y concientizar a la población en general sobre la importancia de hacerse controles médicos periódicos para detectar esta “enfermedad silenciosa”, que raramente presenta síntomas como sensación de cansancio o pesadez en el cuadrante superior derecho del abdomen, por lo cual la mayoría de las personas con hígado graso pueden no saberlo y por ende no tratarlo a tiempo.
Profesionales de la salud del Instituto Modelo de Endoscopía y Gastroenterología (Imeg) queremos ayudarle a cuidar la salud de su hígado, para lo cual es relevante que conozca qué es el hígado graso, cuáles son los factores de riesgo para esta enfermedad, cómo se diagnostica y como se trata.
El hígado graso es el depósito anormal de materia grasa (triglicéridos) en las células del hígado, lo que ocasiona alteraciones en la función de estas células, inflamación hepática que con los años, si no es tratado, puede progresar a fibrosis, cirrosis hepática y posiblemente cáncer de hígado.
En Estados Unidos, actualmente, el hígado graso es la primera causa de trasplante hepático en mujeres y la segunda en hombres.
Lamentablemente, es una realidad que compartimos muchos países del mundo. En nuestro país el 20% de los adultos presenta esta enfermedad y el 80% de las personas con obesidad tiene distintos grados de Ehna.
Factores
Los principales factores que predisponen a esta enfermedad son:
* Sobrepeso u obesidad, sobre todo si presenta una circunferencia de cintura aumentada (grasa localizada en el abdomen). Como se sabe, esta enfermedad está asocia a malos hábitos alimentarios y sedentarismo.
* Diabetes tipo 2 o insulino resistencia.
* Dislipidemias (aumento de colesterol y triglicéridos en sangre).
* Algunos trastornos hormonales.
* Familiares cercanos con hígado graso.
El diagnóstico se realiza mediante una adecuada valoración clínica, análisis de sangre (para conocer los niveles de las enzimas hepáticas) y una ecografía abdominal indicada por el gastroenterólogo/hepatólogo.
Tratamiento
En cuanto al tratamiento, hoy en día, no existe una medicación para curar el hígado graso. Debe realizarse con un equipo interdisciplinario para tratar las enfermedades que le dieron inicio, como la obesidad, la diabetes y la dislipidemia, haciendo hincapié en que las únicas medidas que han demostrado remisión parcial o total, según el grado de progresión de la enfermedad, han sido: pérdida de peso, con guía profesional, del 10% del peso de inicio, con una alimentación saludable hepatoprotectora, evitando el consumo de bebidas alcohólicas, realizando ejercicio físico regular, tomando vitaminas indicadas por la nutricionista, en el marco de un estilo de vida saludable con controles médicos periódicos.
El hígado graso afecta a un creciente número de adultos, pero también a una alarmante proporción de niños y adolescentes con obesidad, este es el motivo principal por el cual toda la familia debe aprender a comer sano y variado, no sólo para tratar estas enfermedades provocadas por la obesidad sino también para prevenirlas, aumentando la calidad y esperanza de vida. l








