Luis Alberto Romero y su Breve Historia Contemporánea de la Argentina 1916 – 2010 Luis Alberto Romero y su Breve Historia Contemporánea de la Argentina 1916 – 2010
El Fondo de Cultura Económica ha reeditado, luego de veinte años, el libro de Luis Alberto Romero “Breve Historia Contemporánea de la Argentina 1916 -2010”. Es una edición corregida y ampliada, con la investigación, sobre los sucesos acaecidos en las dos últimas décadas, definidas por el autor, como las “del segundo peronismo”.
Luis Alberto Romero es un historiador y por lo tanto escribe historia, no relatos o panfletos, y tiene mérito en la formación de una generación numerosa de historiadores, junto a su padre y a Tulio Halperin Donghi. Nos referimos a investigadores como Hilda Sábato, Isabel Bejar, Roy Hora, Garavaglia, Lisandro Losada, Gabriel Di Meglio entre otros, que han superado a un poco serio y agotado revisionismo histórico, vinculado a las corrientes escasamente democráticas de los años treinta, en sus vertientes elitistas o populistas.
Los Santiagueños han tenido la posibilidad de escucharlo A Luis Alberto Romero en esta ciudad, pues hace un par de años fue invitado a disertar por la Fundación Cultural, y fue entrevistado por este medio y el Canal Siete. Romero es investigador principal del Conicet y profesor de los postgrados de la Universidad Torcuato Di Tella y de FLACSO. Ha sido profesor titular de la Universidad de Buenos Aires, Director del Centro de Estudios de Historia Política de la Universidad de San Martín e integra el Consejo de Administración de la Universidad de San Andrés.
Entre sus libros más conocidos se cuentan “Sectores Populares, Cultura y Política”,,con Leandro Gutiérrez “”Buenos Aires en la Entreguerra”, Argentina, una Crónica Total del sigloXX”, “La Crisis Argentina, Una Mirada al Silgo XX”, con José Luis Romero “Historia de Cuatro Siglos. Por otra parte es colaborador asiduo en las páginas de los diarios La Nación y el Clarín.
En Breve Historia Contemporánea de la Argentina 1916 -2010 el autor destaca el éxito de nuestro país con la construcción de un estado potente a partir de 1880 y que mantiene hasta 1975.
La Argentina logra objetivos importantes como el ensanchamiento y control de todo su territorio, la construcción de una infraestructura que posibilita loa explotación de su suelo y la incorporación a los mercados internacionales de su economía, la extensión de la educación, el mejoramiento de las condiciones de vida de su población y la incorporación primero de los inmigrantes europeos; entre los treinta y sesenta de los argentinos de las migraciones internas y luego, los provenientes de los países limítrofes.
Romero ve en la sanción de la Ley Sáenz Peña la culminación de una etapa que coloca al país en la vanguardia y que anticipara otros logros como la inclusión política de la inmigración con el radicalismo y de los sectores obreros que se benefician con los programas sociales del primer peronismo. Pero también señala, el autor, los retrocesos institucionales que provocan las tendencias movimientistas del Yrigoyenismo y el Peronismo, y sus secuelas, el nacionalismo y el militarismo y la paulatina aparición de grupos y sectores que se van apropiando del Estado para sus fines, sean sindicatos, empresas, factores de poder.
Hay objetividad en el libro que comentamos, elogia y critica, por supuesto desde la perspectiva de un intelectual, comprometido con las instituciones republicanas y democráticas. Es de lectura para todos, como deben ser escritos los libros, y recomendable para los que se interesan en los problemas que afrontamos los argentinos. Sería bueno, aunque es improbable, que lo lean quienes actúan en política y de lectura indispensable para los profesores de historia.
En estos treinta años hemos soportado varios relatos, de los oficialismos que se sucedieron, es hora de reemplazarlos por la Historia. El historiador Romero ve en el ciclo iniciado en 1976, la aparición de una Argentina decadente con un Estado incapaz de satisfacer el interés general.
Le preocupa la degradación de la escuela pública y la aparición de bolsones de pobreza estructural que los gobiernos no logran solucionar.
En palabras del autor “todo intento de reconstrucción histórica parte de las necesidades, las dudas y los interrogantes del presente”. ¿Qué posibilidades hay de reconstruir una sociedad abierta y móvil, no segmentada en mundos aislados, con oportunidades para todos, fundada en la competitividad, pero también en la solidaridad y la justicia? Cuáles son las características que debe tener el sistema político para asegurar la democracia y hacer de ella una práctica con sentido social, son los interrogantes que nos plantea Luís Alberto Romero.
En estos años, dice el historiador, el espectacular crecimiento de las exportaciones agrícolas y la solución de los problemas fiscales, ahora reaparecidos, no bastaron para cambiar las condiciones del país, muy transformado desde 1976. Se acentuó el deterioro del Estado, la desigualdad se redujo en parte y se consolidó el mundo de la pobreza. La democracia establecida en 1983 fue derivando en un sistema donde los recursos del Estado fueron usados por los gobernantes para acumular poder y reproducirlo.
Observa Romero riesgos para la democracia en los intentos de arrasar a las oposiciones, pero confía en que se perciba la endeblez de los gobiernos discrecionales y entonces se inicie la “urgente tarea de reconstruir el Estado y de gobernarlo de una manera democrática e institucional” pues confía en la ”capacidad de los hombres para realizar su historia, hacerse cargo de sus circunstancias y construir una sociedad mejor”.







