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Sumersión en Dante

21/09/2023 06:45 Santiago
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Por Gisela Colombo

Dante Alighieri nació en Florencia durante el siglo XIII. Se cree que en el año 1265, pero no hay más indicio de lo que el mismo poeta sugiere en La Divina Comedia, su obra cumbre. Se calcula gracias a ésta que Dante estaba en mitad del camino de la vida y eso correspondía a alrededor de los treinta y cinco años. 

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"Durante Alighieri" fácilmente se convirtió en "Dante", fue el nombre que adoptó este florentino que es considerado el Padre de la lengua italiana, aunque también su mayor exponente literario. 

Se cree que era un autodidacta intelectualmente hablando. A los doce años estaba ya comprometido con una joven de la sociedad con quien se casó a los 21. Sin embargo, el amor corría por otro carril. 

En un libro llamado "Vita Nuova" Dante hace la biografía poética de su encuentro con Beatriz Portinari, una coterránea tan joven como él con la que se topa en la calle a los nueve años y queda completamente enamorado. 

Nueve años después la encuentra azarosamente también pero entonces comprueba lo que siente y decide dedicarle sus poemas. 

Inspirado por toda la tradición de la poesía provenzal de los primeros siglos de la Edad Media, se alista entre un grupo de poetas que adhieren a lo que la crítica conoce como "amor cortés". 

"Amor cortés" es un tópico de la historia literaria que fue creciendo hasta dar una especie de visión sobre la vida caracterizada por una novedad medieval respecto al concepto de la mujer que tenía el mundo anterior. Y es que la figura de la Virgen María, que logra el punto más alto de devoción de la historia por esos siglos, indirectamente enaltece a la fémina en su condición. Si ella, en su cuerpo gestante, puede albergar al mismo Dios encarnado, significa que el cuerpo femenino es más digno de lo pensado. Y su espíritu también es merecedor de la comunicación con el Creador, una evolución respecto a la figura de Eva, que no es interlocutora de Dios. La misma Santa María recibe al ángel que le revela lo que Dios le pide, pero es ella quien debe, desde su libre albedrío, dar su consentimiento. De tal modo el relato bíblico pone en un sitio diferente a la mujer.

Pero el efecto que también genera es un alejamiento de la percepción sensual, mientras gana en la poesía una especie de idealización en la que, como en las artes figurativas, se distancia de las criaturas reales, que entonces evolucionan hacia un ícono, un signo. La dama cantada se torna el emblema de la feminidad ideal. Casi un ángel a quien dedicarle todos los triunfos, todas las conquistas y el honor conquistado. El amor ideal, desprovisto de materia, hecho completamente de espíritu contemplativo y admiración por la obra divina.

Si eso prevaleció en la Provenza y gran parte de los reinos medievales de Occidente, el aporte de Petrarca y su amor sensual van desplazando esa visión. Sin embargo, Dante todavía tiene en mente esa sensibilidad al crear la Vita Nuova. Es que un hecho histórico lo determina. Beatriz Portinari muere en plena juventud. Dante, amén de no haber llegado a confesarle su amor, comprende que no podrá amarla más que como a un ángel protector. Y acaba por aceptar que ella será una presencia permanente en su destino. Ella, desde su naturaleza angélica, leerá en su corazón sin secretos. Este mismo hecho será el que haga lamentar a Dante el estado de su alma. Es éste el mejor estímulo que encuentra el penitente para purificarse. 

Al principio de La Divina Comedia, el personaje, que es autor y protagonista a la vez, se encuentra en "una selva oscura" que representa el pecado. Luego sabremos que es la misma Beatriz ángel quien abandona su sitio en el Paraíso con el objeto de promover el camino de purificación que emprenderá Dante y le permitirá la ascensión en vida, es decir, el camino místico. Ella será quien descienda hasta el limbo para convencer al poeta más admirado para Alighieri, el gran Virgilio, que si no está ni en Purgatorio ni en el Paraíso, lo debe a que no conoció a Cristo por una cuestión temporal, no porque no lo mereciera. El no haber sido bautizado ubica a alguien justo, como él en el Limbo, que es un sitio sin castigo pero penoso pues quien entra, como en el resto del Infierno, no puede salir de allí.

El guía

Virgilio acepta y en la misma selva oscura lo recoge. Y lo tranquiliza. Desde entonces será su guía. ¿Qué significa alegóricamente este suceso? 

Dante Alighieri admiraba profundamente a Virgilio, poeta latino del siglo I a C., creador de un texto inspirador para él: La Eneida. Se trata de la historia de Eneas, un héroe troyano que ya ha hecho un tránsito similar al que emprenderá Dante. Es que si existe el camino místico mediante la creación literaria ? convicción de un grupo grande de artistas órficos que atraviesan la historia-, Virgilio hombre ya lo había hecho y por eso se convierte en el guía.

La primera región que recorren juntos es el embudo del Infierno. Es cuando se produce la "catábasis" tradicional.

 ¿Qué es la catábasis?

Esta palabra griega significa descenso. El descenso al inframundo es un tópico literario que representa un viaje hacia la verdad. Así lo vive el Ulises que construye Homero, quien va allí a buscar al adivino Tiresias que le revelará el camino a casa. Así será para Eneas, y del mismo modo lo reeditará Dante, aunque claro, desde una perspectiva cristiana. Es un viaje que consiste en sumergirse en el inframundo literalmente, pero detrás de ese descenso hay un propósito de ir hacia las raíces propias, de descender a la propia miseria. Esta travesía está ligada a la purificación de los malos hábitos, a la aceptación de los aspectos vergonzantes de la personalidad, las faltas del pasado…

En el Infierno Dante y Virgilio ven cientos de personajes que representan esas conductas. Y Dante ordena sus apariciones en la arquitectura del Infierno yendo de los pecados más leves a los más graves, de modo tal que ubica la boca estrecha del embudo subterráneo justo en el centro de la tierra. Los conceptos filosóficos y teológicos parten del conocimiento profundo de la Summa Theológica de Santo Tomás de Aquino, literariamente el relato sigue a su guía, el poeta Virgilio. Pero también vemos de fondo la política de Florencia, y su relación con otros principados de la región itálica. Contemporáneos de Dante y personajes históricos son ubicados estratégicamente para expresar por ese mecanismo todas las críticas que el autor se da el lujo de hacer. Como si la ficción fuera la licencia concedida a un bufón. Esto mismo despertó varias enemistades, pero Dante creía estar haciendo lo correcto toda vez que impugnaba a alguien que traicionaba a su pueblo o a su religión. 

Luego habrá de ir al Purgatorio donde presenciará escenas muy parecidas literalmente a las del inframundo pero animadas por otro espíritu. Mientras los sufrimientos del Infierno son circulares y eternos, los del Purgatorio, montaña de ascensión que purifica, tienen sentido. Se ordenan a algo venidero mucho mejor. En suma, la diferencia es la transformación que lograrán sus penitentes. Ese sufrir con sentido equivale a la Esperanza.

Más tarde remontará vuelo desde el Paraíso terrenal y ahora guiado por la misma Beatriz, atravesará los cielos abandonando tanto su cuerpo como la gravidez. Pero para ello debe atravesar las últimas llamas: necesita acallar el deseo de hombre, que lo ha movido con el afán de consumar el romance. En cambio, debe ver a su amada como ángel, como la alegoría del saber teológico, la sabiduría que él mismo llama "Madonna Inteligenza". Así visita diferentes planetas que, como los círculos infernales, también albergan a quienes merecieron estar allí por sus obras. 

El viaje se ha cumplido, Dante llega a ver a los santos, a los coros celestiales, a la Rosa Mística con Santa María en el centro, e incluso se asoma a la Santísima Trinidad, con su enorme misterio. Es la visión beatífica que sólo un puñado de almas podrán ver. 

Si los antiguos romanos nominaban "Tragedia" a lo que tenía un final aciago y "Comedia", a las historias que acababan bien, Dante tomará seriamente esas categorías. La obra será "Divina" porque trata lo relativo a Dios y lo sagrado, y será "Comedia" en virtud del más feliz de los destinos al que aspiraba el Creador. 

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