Por suba del dólar, hay alimenticias en alerta y otras inician reajuste de precios

El directorio de una de las empresas fabricantes de alimentos más grandes del país se reunió, fuera de agenda, el miércoles a última hora, cuando el rally alcista del dólar oficial aún no había tocado su punto más alto al que llegó al día siguiente, el jueves, pero aún así ante la inminencia del inicio de un nuevo mes, determinaron la nueva lista de precios que comenzó a regir desde este viernes, primer día de agosto.

A diferencia de los meses anteriores, esta vez, los aumentos serán de entre 4,5% y hasta 7% en los alimentos de la canasta básica. Solo unos pocos mostrarán alzas por debajo de esa banda.

Entre las alzas, se incluyen aceites y harina (7% en cada rubro), fideos (con subas de 5% en promedio), azúcar (también con el 5%); polvos para preparar bizcochuelos y flanes (4,5% en promedio); lo mismo que la sal.

En el rubro de los lácteos, los aumentos que aplican algunas de las empresas líderes van del 2% (leche fluida) al 4% (quesos).

A estos incrementos, se agregan algunos que se produjeron en forma previa al ajuste del tipo de cambio oficial. Por ejemplo, el aceite que entre junio y julio registró un alza por encima de la inflación del sexto mes del año y llegó a casi un 8%.

Ahora, luego de toda la volatilidad que tuvo el dólar esta semana y que llevó su nuevo piso desde los $1.300 del viernes 25, a los $1.375 este viernes, luego de haber tocado los $1.385 el jueves último.

También habrá incrementos en los rubros de productos para la limpieza y la higiene personal, muy probablemente por encima de la inflación, algo que se terminará de definir en las próximas horas.

Algunas de las empresas líderes fabricantes de productos de la canasta esencial, tenían previsto "aguantar" las listas de precios mientras el valor del dólar mayorista no superara los $1.300.

Las ventas planchadas a nivel minorista le ponen un límite a la posibilidad de recomponer márgenes. Ese límite, según compañías líderes del consumo masivo, estaba en torno de los $1.300. Ese es el umbral que se superó y que puso en guardia a las compañías. El rubro alimentos juega a favor de la estrategia del Gobierno para mostrar un IPC más bajo. Fue clave, en la medición de mayo y junio, que dio apenas el 1,5% y 0,6% respectivamente. Para julio, las consultoras que monitorean la evolución de precios semanales esperan una inflación entre 1,7% y 1,9%, pero con alimentos unas décimas por detrás de ese promedio.

Las principales compañías del consumo masivo vienen achicando márgenes de ganancia desde 2024. Ahora, un tipo de cambio que se eleva 14% en un solo mes será difícil de absorber por la industria de los artículos de consumo masivo. Y menos con un alza de las tasas de interés, que el Gobierno acaba de convalidar en el 65% anual. Ahora, bajo el actual contexto de actividad enfriada, es probable que ese traspaso no sea automático. Pero en las últimas horas, las empresas formadoras de precios quedaron en vigilia para monitorear el dólar y las tasas de interés.

El ministro Luis Caputo había señalado este jueves, ante la suba del dólar, que el eje principal del actual plan económico es el combate contra la inflación. "Nos preocupa la estabilidad de precios. Vamos a seguir evitando que haya pesos de más y buscando un equilibrio entre oferta y demanda", sostuvo. Aclaró que el BCRA dispone de herramientas para corregir cualquier distorsión, y advirtió: "Si alguien decide remarcar por anticiparse al tipo de cambio, lo más probable es que termine vendiendo menos".