Por el Lic. Daniel José Feijó
Estudiantes Jóvenes: Los más vigilados de la historia Estudiantes Jóvenes: Los más vigilados de la historia
En la era digital, el acceso a la información y la comunicación se ha vuelto más sencillo que nunca en la historia. La tecnología está transformando la educación de muchas maneras, brindando a los estudiantes la capacidad de aprender de forma más eficiente y colaborativa. Sin embargo, esta revolución presenta algunas aristas complejas que no pueden ignorase si se considera la formación de los líderes generacionales de nuestras futuras comunidades y países. Una de ellas puede pasar inadvertida: la vigilancia de la que son objeto.
La vigilancia tecnológica en las escuelas
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A medida que la tecnología se ha vuelto una herramienta fundamental en las clases, también lo ha hecho la vigilancia tecnológica. En las aulas modernas coexisten una diversidad de recursos:
-Celulares, computadoras portátiles y tabletas
-Internet, con su universo de recursos en línea
-Redes sociales
-Plataformas de aprendizaje y colaboración
-Plataformas analíticas, ahora sumando inteligencia artificial
-Cámaras de seguridad
Las escuelas han implementado sistemas de monitoreo y filtrado de Internet para supervisar las actividades en línea de los estudiantes, con la clara intención de garantizar un ambiente de aprendizaje seguro y protegerlos de contenidos inapropiados o peligrosos en la web. Están atentas a detectar situaciones de acoso cibernético y brindar apoyo a las víctimas, al tiempo que colaboran estrechamente con los padres para mantener una comunicación abierta sobre el uso de las redes sociales.
Adicionalmente, la proliferación de cámaras de seguridad en las escuelas también ha aumentado la vigilancia de los estudiantes en el entorno físico, monitoreando su comportamiento en las áreas comunes, como los pasillos y los patios de recreo.
El rostro de los estudiantes ha dejado de pertenecerles
Dado el incremento de las funciones de reconocimiento facial en las cámaras de seguridad, el rostro de los jóvenes comienza a transformarse en un simple dato vectorial que puede ser almacenado y manipulado con libertad por las instituciones; aun cuando se tratara de menores de edad amparados por la ley y los derechos del niño. Sus rostros, con su fisonomía y expresiones faciales, originalmente únicas e irrepetibles, de pronto se han convertido en datos capaces de ser secuenciados, clonados y adulterados. Su "portabilidad", que anteriormente requería la presencia física de la persona, ya no es tal; y la inteligencia artificial colabora para ello.
Las plataformas de aprendizaje en línea
Cada vez que un estudiante interactúa con una plataforma educativa, se genera un rastro digital que registra su actividad: desde la creación de sus cuentas o perfiles de usuarios con sus datos personales y fotografía del rostro, hasta las asignaciones completadas; pasando por datos sobre los tiempos de inicio y finalización, las calificaciones obtenidas, el tiempo de participación en una sesión sincrónica, los aportes en foros y conversaciones en clase, los descubrimientos o insights sobre sus comportamientos y hábitos. Información que utilizan los educadores y administradores para evaluar su progreso y ajustar el plan de estudios en consecuencia.
La Educación Personalizada, ¿es también Educación Vigilada?
Lo cierto es que son dos conceptos radicalmente diferentes, aunque pueden tener cierta intersección en términos de supervisión y seguimiento del progreso del estudiante. Las herramientas de análisis de datos y la inteligencia artificial diseñadas para conocer nuestros hábitos y comportamientos, se han extrapolado a la educación y conforman el presente de la educación personalizada. En este sentido, podemos afirmar que el nivel de vigilancia sobre los estudiantes se ha incrementado.
Mayor supervisión
Si aplicamos a la escuela secundaria esta idea de que los jóvenes actuales son los más vigilados tecnológicamente, veríamos varias implicaciones y consecuencias específicas:
-Mayor supervisión en el aula
-Registro detallado del progreso académico
-Foco en la ciberseguridad
-Efecto sobre la privacidad de los estudiantes
-Autocensura y/o impacto en la creatividad y expresividad
-Potencial incremento del estrés y la ansiedad
-Incremento del desarrollo de actividades digitales
-Falta de individualidad y homogeneización de los estudiantes
-Posibilidad de enfoque en la evaluación, en lugar del aprendizaje
-Distracción de los objetivos educativos
Encontrar un equilibrio
La vigilancia tecnológica en la educación plantea un desafío fundamental: encontrar un equilibrio entre la necesidad de garantizar un ambiente seguro y el respeto a la privacidad y el desarrollo de los estudiantes. Es un tema complejo que plantea cuestiones importantes en cuanto a la privacidad, la seguridad y el desarrollo de los estudiantes. En un mundo cada vez más digital, encontrar un equilibrio adecuado es esencial para garantizar que puedan aprender y crecer en un entorno que respete sus derechos y promueva un desarrollo integral. Su privacidad y bienestar emocional deben ser consideraciones prioritarias a medida que avanzamos en esta era tecnológica en la educación.
Por el Lic. Daniel José Feijó, director de la carrera de Ingeniería en Informática de UADE.








