La complejidad de la represión en una obra del teatro de la Unse La complejidad de la represión en una obra del teatro de la Unse
Ahora, después de no actuar por más de cuatro años, Daniel Libson regresará hoy a los escenarios como actor con Potestad, una pieza escrita por el escritor y médico psicoterapeuta Eduardo Pavlovsky. Será a las 22, en la sala anexa del Paraninfo de la Unse. PURA VIDA habló con Libson acerca del doloroso tema que desarrollará en la obra.
¿Por qué Potestad?
Fue Adrián Ruiz, director general del Tunse, quien me propuso hacerla. él me dijo que nunca había dirigido un unipersonal y también sabía de que yo no había hecho ningún unipersonal en mis veinticinco años de trayectoria artística. Acepté porque vi que era una obra de “Tato” Pavlovsky y con un tema de candente actualidad: desaparecidos.
¿Cómo se resuelve, desde el unipersonal, escénicamente un tema tan doloroso?
La propuesta estética de Adrián es a puro actor. Lo único que hay en escena es una silla. Yo trato de recrear, a través de las marcaciones que me hizo Adrián, a todos los personajes que están en el texto para que el público pueda verlos. Esa es la resolución que hacemos de un tema tan complejo como actual en nuestro país.
Si bien el texto en sí mismo tiene un mensaje, ¿cómo lo remarcan en la puesta?
Más allá de que el texto es muy duro, el público irá dando cuenta de la trama y, casi llegando al final, está un poco el mensaje. Es al revés de lo que se propone en la escena. Es como que tendría que ser un Nunca más de una cuestión tan fuerte sobre la que todavía no se han cerrado las heridas. Queremos que esas cosas no sucedan nunca más.
Necesariamente, ¿todavía tiene que estar remarcándose sobre estos temas?
No solamente en la Argentina sino en gran parte del mundo tenemos gente que todavía sigue pensando con estas teorías tan absurdas. Hace un mes estuve en Berlín donde, si bien la mayoría de los alemanes considera que Alemania no es Hitler, todavía hay un neo nazismo que está vigente. El mundo está convulsionado y estos temas preocupan.
El arte es disparador de reflexiones, ¿con Potestad contribuirás a generar conciencia acerca de abordar estos temas para qué, como bien lo dices, no se den nunca más?
Estoy seguro de que la cultura, en sus más variadas expresiones, es disparador de la concienciación dentro de la ciudadanía por temas tan urticantes. Los empresarios y los políticos deben darse cuenta de que la cultura trae votos y consumo. Ellos se pueden quedar tranquilos porque van a tener éxito en sus propuestas a través de la cultura.
Para vos, más allá del actor, ¿qué representa subirte a un escenario con un tema que no entretiene sino que amerita reflexión tras reflexión y toma de postura?
Estoy conmovido con el texto, con la puesta y le agradezco a “Tato” que nos haya otorgado los derechos para hacer Potestad. Adrián Ruiz y su asistente, Gabriel Gérez, me han permitido a través de su dirección mostrar lo que yo puedo dar arriba del escenario. Me han tenido zumbando durante los tres meses de ensayo sin permitirme improvisación alguna.
